El Inca Atahualpa
Cuando losespañoles llegaron al nuevo mundo, muchos pueblos aborígenes habían desarrolladocivilizaciones bastante avanzadas. Las más importante de ellas fueron laazteca, la maya y la inca. Los invasores, valiéndose, entre otras cosas, de lasuperioridad de sus armas y de estrategias incluían la intriga y la traición. Nosolo lograron conquistarlas y someterlas a su dominio sino que tambiéndestruyeron, en lo esencial, su cultura y su sistema político.
He aquí unepisodio ocurrído durante aquella época, denominada la conquista.
Atahualpa, elúltimo emperador de los incas, descansaba en su campamento cuando le dijeronque un extranjero quería entrevistarse con él. Al salir a recibirlo, vio que unhombre venía hacia él montado en un extraño animal que corría tan rápido que,al llegar, casi lo derriba. Sin embargo, anque muchos de sus soldados mostrarongran temer, el inca permaneció sereno. El visitante era Hernando de Soto,mensajero enviado por el jefe del ejército español, Francisco Pizarro.
Sabiendoque los aborígenes desconocían por completo el caballo, el mensajero quiso impresionaral inca yendo a verlo montado en uno. Pero Atahualpa no dio ninguna señal detemor. El español tuvo que retirarse impresionado por lo que acababa de ver:los incas tenían un poderoso ejército. Y eso fue lo que le dijo a su jefe.
Comprendiendo queno vencería a Atahualpa con facilidad, Pizarro se vio obligado a elaborar otraplan y decidió tenderle una trampa, invitó al inca a la ciudad donde él estaba.Atahualpa aceptó la invitación y se puso en camino acompañado por sus hombres. Cuandollegó a la ciudad, la encontró desierta. Los españoles estaban escondidos. Elinca comprendió que había caído en una trampa cuando salió a su encuentro un español,que le dijo:
Tienes quesometerte al rey de Español, El papa nos ha encargado la misión de conquistar yconvertir al cristianismo todas estas tierras y sus habitantes.
——No quiénes el Papa——contestó Atahualpa——pero si dice eso, debe de estar loco. Estas sonmis tierras y nadie tiene derecho sobre ella.
Al ver la firmezadel inca, que no aceptaba ni amenazas ni dádivas, los españoles decidieron usarla fuerza y atacaron por sorpresa a los soldados del inca. Pronto, gracias asus mejores armas, los vencieron. Al final, hicieron prisionero al emperador.
Ya en manos delos españoles, Atahualpa se dio cuenta de que estos tenían un interés muy grandespor el oro y mandó llamar a Pizarro.
——me dejaslibre——le dijo, ——llenaré de oro el cuarto en que estamos.
Pizarro aceptó.El inca mantuvo su promesa y envió mansajeros a todos los lugares de su imperiocon la orden de reunir el oro prometido. Cuando Pizzaro vio la habitaión casillega del metal precioso, se puso a reflexionar: Si yo lo dejara ahora en libertad,de seguro, se aprovecharía para preparar una gran rebelión contra los españoles.Entonces ordenó madar al emperador inca.
Atahualpa murióen agosto de 1533.
II. La cultura hispanoamericana:cultura de mestizaje
Cuando los españolesse establecieron en el Nuevo Mundo, lo hicieron dando leyes que afectaban,entre otras cosas, a las creencias religiosas y a la lengua de los pueblosconquistados. Como en toda conquista, hubo violencia, descrucción, masacres. Noobstante, los conquistadores no pudieron suprimir de un plumazo la cultura delos pueblos conquistados y esta logró sobrevivir. Pero no todo fue destrucción:hubo encuentros y fusiones que produjeron una interesante cultura mestizaexpresada en la lengua del conquistador: el español.